TBO

Muy buenas:

No sé por qué hoy me he acordado del TBO, del Pulgarcito, del DDT, del Zipi Zape, del Tío Vivo... el cómic patrio de antaño, bueno eso de cómic suena muy contemporáneo, los chistes, que los llamaba mi abuelo y que escondía estratégicamente para que mi abuela no se los tirara.
Recuerdo que en algunos kioskos se cambiaban los viejos por los nuevos por algunas pesetillas, también se hacía lo mismo con las botellas de gaseosa y demás cosas (parece que la palabra economía se entendía en el más puro de sus sentidos). Lo curioso es que a pesar de haber Esther y Lily, a mí no me iban demasiado las aventuras de una chica cuyo cerebro estaba ocupado en su totalidad por un tal Juanito, era de lo más aburrido. Cuando iba a casa de mi abuela y veía que había nueva remesa, que ilusión me hacía...allá se ponía una a bucear con Agamenón, Los señores de Alcorcón (y el holgazán de Pepón), la hermanas Gilda, Cuervo Loco (pica pero pica poco), Mortadelo y Filemón, Carpanta, 13 Rue del Percebe...entre eso y que luego que me iba a casa de mi padre, divorciados ellos, y leía el Papus, el Jueves, el Víbora con eso pollones que dibujaba Nazario, los niños abusados sin corteza cerbral del Sr. Martín y demás personajes y publicaciones al uso, no entiendo como mi eclecticismo no se ha transformado directamente en esquizofrenia, supongo que de una cosa a la otra solo hay un paso. Entre que eso se produce o no, aquí tienen esta bonita foto en homenaje a la editorial bruguera a la que el Sr. Célementi y yo le tenemos un especial cariño ¡¡¡ regalaban un cromo de Mario Alberto Kempes!!!.

Impagable.