8 de marzo de 2007

El hormiguero, humor sophistiqué para sujetos resacosos.

Muy buenas, y feliz día sospechosamente temático:

Sí, señores, señoras, el Hormiguero ha confirmado ya a estas alturas (ya lo sé, debí haberme dado cuenta antes) que es el programa perfecto para el que cree que está pasando algo en TV cuando en realidad nunca pasa nada. Quitando alguna que otra sección que marca los picos de excelencia por décimas de segundo y que se borran como lágrimas en la lluvia, los que hemos empezado escuchando hace años No Somos Nadie, observamos entristecidos como el único que permanece “en pie” con algo de dignidad es el señor Juan Herrera, que no apareciendo en el programita de marras confirma nuestras decadentes sospechas. Apaguen sus televisores y comprobarán que sigue sin pasar nada. Es aquí, cuando suceden este tipo de cosas que nos preguntamos, ¿evoluciona una, o involuciona el resto?

El hormiguero confirma el golpe de gracia de un equipo que aceptó el cambio del share por la ñoñería, y el Sr. Motos, por si quedaba alguna duda es el “tío ese gracioso con algo de suerte”.

¿ Qué está pasando? ¿por qué no se reponen los míticos testimonios de La Hora Chanante, ese programa dónde nadie tenía que pararse a explicar los chistes? ¿Por qué no recuperan a Faemino y Cansado dónde se pilla la gracia o te quedas como estás? ¿Es que una es una idealista sin remedio?

Señores, señoras, el humor es algo demasiado serio como para dejárlo en manos de cualquiera.





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