El comentario es un homenaje a mi particular fin de Los Soprano, cuya última temporada he conseguido en Tailandia y que pienso revisar de vez en cuando y que desde aquí despido con nostalgia como quien dice adiós a un buen amigo o a un buen jabuguito como el nos acabamos de despachar Amando y yo. Si lo quieren ver en su contexto original aquí se lo dejo. Cuando una creía que ya lo ha visto casi todo en una pantalla, llegaron ellos con su clasicismo revisado. Chi vediamo carísimo Tony
¿Quién no ha tenido que ver El Padrino unas cuántas veces hasta retener los nombres de toda la familia, su posición en la misma y sentir así el morboso placer de saberlo? Algo parecido le pasa a Los Soprano.
Uno de los logros de esta serie lejos de clichés y topicazos son sus personajes. Tanto que ya sea por la familiaridad que con la atmósfera yankie tenemos desde críos como los vientos que llegan del mediterráneo (clientelismo, honor, traición), algunos y solo algunos nos resulten escalofriantemente familiares. Eso mismo prueba que en Italia la serie tuviera poco éxito y fuese relegada de una cadena masiva a otra más selecta en un horario diferente.
Conseguir retratar a un jefe mafioso, como es el caso de Tony, que acude a terapia, con una hermana “jipi”, una hija que trabaja de asesora gratuita a musulmanes que fuma hierba y una madre que no lo quiere no debe ser fácil.
Lo Soprano son la sordidez reflejada en un Lladró. Una alegoría de la búsqueda del animal social, de la confrontación de códigos impuestos, del micro-hijoputismo elegante.
Tonys hay muchos más de los que nos imaginamos, pero esos no usan los dedos para estrujar pescuezos, nuestro Soprano sí. Sus códigos no nos dan superioridad moral a los demás, tampoco hay identificación posible (va y viene demasiado rápido) ni maniqueísmo en absoluto, siendo así, es de extrañar la perplejidad que en muchos provocó su final.
Los Soprano es un clásico revisitado, sin artificios ni emotividades de poliestireno, una buena serie hecha con oficio, dónde se quieren ver desdibujados los límites entre lo gourmet y la popularidad para quien obviamente busque lo primero o lo segundo. Hay donde elegir.
Espero ansiosa que esto siga."
2 comentarios:
ci vediamo ...
chi es quien y se pronuncia qui, y ci es nos y se pronuncia chi...
cosas de los italianos...
un biquiño
É vero É vero...grazie bellisima!
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