23 de noviembre de 2008

Decidme como es un árbol.

Decidme como es un árbol.
Decidme el canto de un río cuando se cubre de pájaros.
Habladme del mar.
Habladme del olor ancho del campo de las estrellas, del aire.
Recitad un horizonte sin cerraduras y sin llaves, como la choza de un pobre.
Decidme como es el beso de una mujer.
Dadme el nombre del amor, no lo recuerdo.
Aún las noches se perfuman de enamorados con tiemblos, de pasión bajo la luna.
¡O sólo queda esta fosa,la luz de una cerradura, y la canción de mis losas!22 años.
Ya olvido la dimensión de las cosas, su color, su aroma.
Escribo a tientas el mar, el campo.
Digo bosque y he perdido la geometría de un árbol.
Hablo por hablar de asuntos, que los años me borraron.
No puedo seguir, escucho los pasos del funcionario.

Marcos Ana , tras 23 años de cautiverio, soñaba con recordar lo esencial.

18 de noviembre de 2008

Nuevas formas de violencia

Ahora que una se siente inmersa en el mundo bebé, en el que el instinto y las emociones están a flor de piel se perciben de forma mucho más cristalina las nuevas formas de violencia. Hace poco tuve la oportunidad de enterarme de que en el mundo occidental se tata a los bebés, osea, a todos nosotros, con violencia. Los convencionalismos sociales, la prisas etc. hacen que los bebés o los niños pequeños sean "un incordio". Se les separa de su madre nada más nacer después de un parto penoso, frío, lleno de extraños y de una potente luz, se les pincha, se les viste, se les peina, se les llena de perfumes, se decoran sus habitaciones separadas lejos del calor de su madre, se les alimenta con leche de vaca formuladas para que crezcan, se les pasea en carritos con bonitos móviles, se les pone chupetes para que se entretengan, se les lleva a guarderías con cuatro meses, se les oculta nuestra verdad y la verdad del mundo y así, vamos cumpliendo años. Hay incluso bebés resignados que de tanto llorar sin encontrar respuesta un buen día se retraen y se callan para siempre.

Las madres, que no entienden que les pasa después de dar a luz en un hospital en las que les han dicho que están mejor calladas y quietas se encuentran raras, de tanto escuchar consejos ajenos y no seguir lo que les dicta su corazón y solas, y van al pediatra a que les escuche, se vinculan con su bebé a través de la enfermedad y los bebes se ponen enfermos porque solo así saben que tendrán cerca a su madre. "No lo cojas que se mal acostumbra" "deja que llore o lo vas a malcriar"... y así empieza todo.

Esta tarde me encontraba, como todas las tardes tratando de que mi bebé de casi tres meses estuviese a gusto, es inquieta y muy expresiva, carga todas la vivencias de sus antepasados, las sombras y las luces de su padre y de su madre. Durante horas estamos jugando, la desnudo, la llevo conmigo, le canto, la toco, juego con ella , es cansado sí y si la dejo sola un momento, me llama con un lamento certero y penetrante, para eso estamos diseñados. Nadie pide lo que no necesita. De repente suena el teléfono y cojo a mi bebé que patalea para contestar

- Es vd. Doña, tal y cual
- Si soy yo
-Nos hemos enterado de que ha tenido un bebé y le queríamos ofrecer la colección de películas del club Disney.

No salía de mi asombro, la sociedad está ahí ahora que eres mamá, si pero para venderte lo que sea, para tapar ese vacío con bases de datos con tus gustos, vicisitudes y preferencias. Y lo malo es que la sociedad somos cada uno de nosotros. La violencia domina un abanico inmenso de modalidades y que a veces al ser muy sutil o poco explícita, no la reconocemos como tal. Ahora, más que nunca, la veo por todas partes.


-Gracias pero no quiero que pierda su preciado tiempo conmigo
-No podemos siquiera charlar un rato
-No, gracias

16 de noviembre de 2008

Recordando el pasado


La señora Deal en plena faena

Este viernes por la noche, después de haber dormido profundamente a nuestro bebé de casi tres meses (que ya tiene muy claro lo que quiere, creo que nacemos teniéndolo más claro hasta que nos pierden o nos perdemos, me imagino), pues saboreamos Amando y la que suscribe esos momentos en el salón, cenando y charloteando sobre nuestras cosas. Esta vez tocó "Gustos musicales allá por mitad de de los noventa haciendo especial énfasis en los grupos de chicas" y bueno les hablaré de los míos.

Sí si amiguitos, antes de Fats Waller, Thelonius Monk, Irakere o Machito Pérez, a una le gustaban, ya fueran de actualidad o rescoldos de finales de los ochenta el Seattle Subpop, Pixies, Elástica, Blur, L7, Veruca Salt, Faith no More, Brujería, The Stone Roses, Weezer, The Breeders, The Charlatans, Happy Mondays (como ven todos de los States o de la Pérfida, muy original), de muchos hace ya más de 15 años (Glups!) cuando no importaba si se desafinaba o no...

El abandono total e inicial aborrecimiento para posterior reconciliación se dió allá por el 95 con el primer disco de The Foo Fighters, el último que llegué a escuchar de ese estilo antes de que el señor Davis o la señora Regina lo eclipsaran todo. Pero sí me acuerdo de los temitas, vaya si me acuerdo, de hecho han sobrevivido muy bien The Pixies a los que tengo como icono de mis gustos pasados.

Aquí les dejo un vídeo de un tema que me gustaba mucho y aún sigue trayendo buenos recuerdos.




2 de noviembre de 2008

Menos es más

Entre pañal y pañal (sobre todo si una usa los de tela) y bracitos y bracitos (estos serán para siempre). Les dejo un enlacito con una artículo interesante.

Besos.