Cuentan que en el siglo XVIII justo con la primera revolución industrial aparecieron los primeros melancólicos, ahora depresivos. Curiosa coincidencia. Cuentan también que había un actor Inglés llamado David Garrick cuyos espectáculos cómicos eran recomendados por los médicos a sus pacientes desganados. Pues bien, Tricicle, esto es, Paco Mir, Carles Sans y Joan Grácia hacen un homenaje a este cómico en su último espectáculo. Y como hace una semanita el Sr. Amando y una nos hicimos pareja de hecho pues ale! a celebrarlo riendo (y comiendo, pero eso es otro cantar). Porque la risa, el sentido del humor y el arte son las únicas cosas que nos dignifican un poquito a la especie, no creen? Y vaya si nos reímos.
Tricicle en su espectáculo "Garrick" hacen una disección de la risa y lo que produce y del humor: el surrealista, el gráfico, el rural, el escatológico, el repetitivo, el inteligente... son tres doctores que consiguen que el público ensanche sus pulmones, segregue endorfinas y se olvide de marrones varios, y lo consiguen. Desde aquí recomiendo vivamente su pantomima genial llena de guiños. De todos los momentos hay uno, el del fakir, con el que realmente cae la lagrimilla, mi favorito de la velada quizás porque Carles Sans por el que tengo debilidad despliega esa gana de gestos y caretos entre alocadillo y cabroncete.
Y, como dicen al final de su espectáculo homenajeando a Erasmo de Rotterdam: “reírse de todo es propio de tontos, pero no reírse nada lo es de estúpidos”.
Tricicle en su espectáculo "Garrick" hacen una disección de la risa y lo que produce y del humor: el surrealista, el gráfico, el rural, el escatológico, el repetitivo, el inteligente... son tres doctores que consiguen que el público ensanche sus pulmones, segregue endorfinas y se olvide de marrones varios, y lo consiguen. Desde aquí recomiendo vivamente su pantomima genial llena de guiños. De todos los momentos hay uno, el del fakir, con el que realmente cae la lagrimilla, mi favorito de la velada quizás porque Carles Sans por el que tengo debilidad despliega esa gana de gestos y caretos entre alocadillo y cabroncete.
Y, como dicen al final de su espectáculo homenajeando a Erasmo de Rotterdam: “reírse de todo es propio de tontos, pero no reírse nada lo es de estúpidos”.
3 comentarios:
También dignifica correr. Y mucho. Ayer lo decía un cincuentón pasando el km. 14: "Lo último que se debe perder en una carrera es la dignidad". Justo antes de desplomarse.
Ah, uno de los Tricicle votó una vez al PP. Dicen.
Ja ja ja ja ja ja. Todo es posible.
...llegué a tu blog buscando datos de Garrick y me gustó mucho lo tuyo. Felicitaciones y un beso a tu tesoro. guZ.
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