Trastornos obsesivos hay muchos, se puede obsesionar uno con las cosas más inverosímiles, como por ejemplo tratar de desenmascarar a un asesino. Puede que en el caso del hombre -el dibujante de un periódico en el San Francisco de principios de los setenta, Robert Graysmith- que hizo posible que a Zodiac se le dedicara una película y un libro, se metiera de lleno en esta historia intentando casar flecos, unir piezas, enlazar datos, no ya de modo obsesivo si no como reto personal muy al estilo del American Dream.
Lo tienen, no lo tienen. Así dos de las casi tres horas de película de David Fincher, director al que deberían encargarle siempre y a partir de ahora este tipo de tramas.
Sin duda es un film de personajes (ayuda el hecho de que se conozca el final al entrar en la sala): increíble el Paul Avery brillante auto-castigado periodista de Robert D. Junior, que se hizo famoso por cubrir este caso y el secuestro de la Hearst. El inspector currante empecinado interpretado por Mark Rufallo, y Jake Gwydenhaal que hace del tontaca constante y perseverante de Graysmith, papel que le va como anillo al dedo. Zodiac es una especie de invitación al espectador a que se una en la resolución del caso que aún hoy sigue abierto, es también una buena película y todo lo espeluznante que debe ser una película sobre una persona con instintos asesinos que adoraba la fama y que ya la tiene.
Salió una del cine pregutándose quién sería por entonces gobernador de California para perdonarle la vida a cualquier sospechoso que estuviera demasiado cerca de ser el culpable, pues anda que se cortan los Yankies con esas cosas. En el fondo estoy con la filosofía Avery: pese a ser un reto interesante psicológica y antopológicamente hablando el hecho de convertirse en asesino, los hay bien más gordos dando clases en universidades y vendiendo productos por ahí. ¿Para cuando una película señor Fincher?
Lo tienen, no lo tienen. Así dos de las casi tres horas de película de David Fincher, director al que deberían encargarle siempre y a partir de ahora este tipo de tramas.
Sin duda es un film de personajes (ayuda el hecho de que se conozca el final al entrar en la sala): increíble el Paul Avery brillante auto-castigado periodista de Robert D. Junior, que se hizo famoso por cubrir este caso y el secuestro de la Hearst. El inspector currante empecinado interpretado por Mark Rufallo, y Jake Gwydenhaal que hace del tontaca constante y perseverante de Graysmith, papel que le va como anillo al dedo. Zodiac es una especie de invitación al espectador a que se una en la resolución del caso que aún hoy sigue abierto, es también una buena película y todo lo espeluznante que debe ser una película sobre una persona con instintos asesinos que adoraba la fama y que ya la tiene.
Salió una del cine pregutándose quién sería por entonces gobernador de California para perdonarle la vida a cualquier sospechoso que estuviera demasiado cerca de ser el culpable, pues anda que se cortan los Yankies con esas cosas. En el fondo estoy con la filosofía Avery: pese a ser un reto interesante psicológica y antopológicamente hablando el hecho de convertirse en asesino, los hay bien más gordos dando clases en universidades y vendiendo productos por ahí. ¿Para cuando una película señor Fincher?
4 comentarios:
oiga, le juro que acabo de leer ésto tras escribir mi último post. Honest.
Muy bien traído y llevado lo suyo, como siempre. Me la apunto ya.
Catherinísima adorada, el librito de Graysmith se ha traducido y publicado en apañó aprovechando el tirón de la peli:
http://www.casadellibro.com/fichas/fichabiblio/0,1094,2900001179126,00.html?codigo=2900001179126&titulo=ZODIAC
Si es que....
Pues... esto... a mi... me parecio... UN TOSTON MONUMENTAL.
Como dice, mequedo con el retrato de la obsesion, aunque Nolan lo hace mejor.
No es el ritmo (o su falta de) o que sea una peli de personajes... es que me parecio muy poco interesante.
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