18 de julio de 2007

Passport Odyssey


Si, me estoy poniendo prosaica y nos es para menos. Resulta que el Sr. Clémenti y yo nos queremos hace un viajecito en septiembre por tierras asiáticas y oh! sorpresa, abro el cajón y pasaporte caducado desde mi última visita al magreb.

Pues bien, un trámite burocrático que prometía de lo más naïf se convirtió durante casi un mes en una pesadilla (aunque me imagino que a habitantes de muchos países esto les hará reír) : Madrugones, colas interminables, la gente crispada, indignada, (una también aunque no tanto como para que afecte demasiado a la salud) así hasta hoy que nos decidimos a llevar a la práctica el plan B.

El plan B consistía en lo siguiente, día libre en el trabajo del Sr. Clémenti que se va a la calle Santa Engracia por la mañana temprano a hacer cola por mi, yo me voy al tajo. Hasta ahí todo bien, pero claro, los planes B tiene pequeños planes C agazapados en su seno: una nueva comisaría abría sus puertas en la calle de Los Madrazo. Se me comunica lo dicho y rauda y veloz me valgo de mis buenas piernas y del suburbano para llegar allí dejando a mis compañeros atónitos cual si me fuera a las rebajas de Harrods. Una vez allí (cuarta visita a una comisaría en lo que va de mes) veo que apenas hay cola pero que delante de unas 15 personas, está una funcionaria con un ordenador que no funciona todo lo bien que debería y tarda unos quince minutos por persona, inevitable multiplicar ya que eran las 12 y media y cerraban a las dos. El Sr. Clemetí iba avanzando por la cola y me llamaba para comunicarme su posición, yo también.

A la de "Ven para aquí cagando leches" bajo a la calle (sol de justicia, centro de Madrid, sitúense) y a ritmo de Isaac Hayes (esto obviamente no es cierto pero estaría bien, sí, demasiada Blackex) paro a un taxista en la calle Alcalá al que me dirijo con un: - Rápido, a la calle Santa Engracia.
Allí aparezco, Clémenti estaba a tres personas para entrar a coger número, lo sustituyo en la cola, siento las miradas de los "coleros" o "colistas" clavadas en mi espalda, uno por otro, no supone ningún problema pero el caso es amargarse, ya saben. Y... por fin, es mío, el lunes lo recojo.

Gracias a la enorme persona que es mi adorado Clémenti que a todo el mundo le dice que no se enamore nunca. ¿Por qué sera?


PD: Por cierto, el nuevo diseño C'est terrible!!!!

9 comentarios:

CGR dijo...

Tal vez porque Clementi, querida belle, piense -como yo- que el amor es el olvido. Es una especia de precoz alzheimer que nos hace olvidar todo lo demás. La cuestión es por qué buscamos incesante a quien nos produzca semejante y mágico estado de amnesia.

c'est terrible! Con amour de loin.

Mondo Gitane dijo...

Se mosquearon los gañanes de la cola al cambiar al sr. Clémenti por Vd??? Quizá interrumpió Vd. una animada conversación sobre Howard Philips o la influencia de Dementia 13 en la obra del último Rohmer??
Tan guapo es el sr. Clémenti??
Efectivamente, el caso es amargarse. Tal cual.

Patricia dijo...

Si, algo se mosquearon pero ni caso.
Una de las conversaciones que me tocó en una de las múltiples colas no tiene desperdicio:señora de unos 50-60 (osea, el perfil de en "Beneficio de todos, cállese señora")

-Pues como se llama esta gente que escribe los libros de otros gente de "color" no?
Luego dijo que se decía "de color" porque había "qué tener cuidado con esas cosas"

Ahí queda eso.

Si, Tarta, Platón describía el amor en su "Banquete" (creo) con dos palabras Entrega Máxima, ya vé.

Anónimo dijo...

Jeje, como la historia del formulario B35 en "Las Doce Pruebas de Asterix".
No dire nada sobre quien de ustedes dos se parece a Obelix.

Patricia dijo...

Einh? Ja Ja Ja JA, Ambos somos del corte Asuraceturix, aunque una tiene un pequeño toque Carabella.Ja Ja JA JA

Patricia dijo...

Añado: Los Asterix de mi infancia los ha heredado mi hermano pequeño, le consultaré a él, no vaya a ser que se me caiga el cielo encima.

CGR dijo...

¿Entrega máxima? (sic)
Bueno, Ortega dice que es un defecto de la atención, Stendhal dice que es una simple ficción, una cristalización. Roth dice que es una fractura. Yo digo que la flamme d'amour es un alzheimer galopante.¿Cómo la describiría Abraracurcix?

Patricia dijo...

Pues como un buen escudo, o un buen jabalí o un buen centurión atado a un árbol.

CGR dijo...

Si es así, entonces ya puede caer el cielo sobre nuestras cabezas.