En esta cirroestrática e inusitadamente fresca segunda quincena de junio, me pregunto en la cama mientras miro el cielo y a mi niña durmiendo, qué estará soñando mi tesoro, cuántos enamorados pasearán ahora mismo por Madrid chaquetita en mano, cuantas ventanas dejarán escapar gemidos, en una suerte de nostalgia bobona y por ese orden.
3 comentarios:
Olé mi nena!!!
Qué preciosa está... un beso!
Qué preciosa está... un beso!
Publicar un comentario