11 de octubre de 2007

Hasta que punto

Hasta qué punto es natural no creerse nada.
Hasta qué punto es sano despojarse de toda idea que pese demasiado y dejarse llevar por lo dado.
Hasta qué punto es normal querer desnudarlo todo, depurarlo todo, volver a la acogedora animalidad.
Hasta qué punto es beneficioso el confundir víctimas con verdugos, lobos con corderos.
Hasta qué punto es conveniente el asco profundo al que a veces ahoga la vida propia.
Hasta qué punto viaja la justicia para quitarse esa venda de los ojos.
Hasta qué punto es inherente al animal social no querer saber nada de banderas ni calles.
Hasta que punto viene bien el confiar solo en la profana risa.
Díganme, hasta qué punto.

3 comentarios:

jana dijo...

quelle belle nouvelle photo de belle de jour!

:)

milonga dijo...

hasta el punto de que todo es irreal
hasta el punto de que nada empieza y nada acaba
hasta el punto de que nadie te puede mirar y tu no puedes mirar a nadie
hasta el punto de que ya no sabes cuales son tus limites, donde esta la cuna del sufrimiento

Patricia dijo...

Très belle. Merci bien ma "co-Catherine".

Cierto, Milonga.