28 de febrero de 2008

El espinoso camino de la apostasía.I


Una es de las que piensa que las contradicciones personales, tanto por exceso como por defecto son igualmente peligrosas. Tener algunas, unas pocas, es sano. Acomodarse en la perpetua contradicción y poner el piloto zombie en nuestras vidas eso desde luego no despierta admiraciones, no.
Sí, yo estoy muy informado y actúo en consecuencia..., por Odin que me sobran los dedos de una mano para buscar a alguien que lo haga. El torbellino del liberalismo es voraz, de algunas cosas es complicado escapar, digo complicado, no imposible, aunque hay cosillas que sí se pueden cambiar, solo hacen falta valor, ánimo y una profundísima revisión de nuestras prioridades, al final pocas cosas son verdaderamente importantes y esas son las que hay que acometer. Todos comemos unas cuantas veces al día , más de lo que verdaderamente necesitamos, todos respiramos, ya saben...

Hace unos años la que suscribe pensó al enterarse de que la iglesia católica, poderosa institución con estructura de multinacional con sede social en la Ciudad del Vaticano recibía dinero del Estado Español por su condición de bautizada. Ay! qué fastidio haberse enterado de eso. Me puse manos a la obra y decidí apostatar. Podría haber escogido dedicar aquella tarde en mi ciudad natal en la que estaba de vista para tomarme algo, o dar una vuelta, pero no, decidí hacer una visita al secretario del Sr. Obispo, un decrépito viejecito que no me puso muchas pegas la verdad. En mi caso hubo suerte, aún me queda pasarme por la parroquia y ver el libro de bautismo, podría haberlo hecho el día del funeral de mi abuela pero francamente no había ganas, comprenderán.

Mi Amando está corriendo peor suerte y me da una penita... les cuento. El pobrete envió una carta tipo al obispado que le pertenecía, esto es, al de la parroquia donde se ha bautizado solicitando ser borrado del rebaño y ahora y para su desgracia ha comenzado una perniciosa moda entre lo señores "avispos" perdón obispos, contestar alegando que la diócesis a la que se pertenece es la del lugar donde se está empadronado y que es ahí donde ha de hacerse la solicitud: Mentiroooosssoooooosssss. Y ahora claro, empezará la partida de pin-pon, también conocida como guerra de desgaste.

¿Cómo pueden mentir con esa desfachatez? ¿Mentir no es pecado? Nunca he conocido a religiosos menos religiosos que los católicos, se pasan los códigos y los deberes por el forro, no se vive de acuerdo al pon la otra mejilla ni al ama a tu enemigo, ni al no matarás, ni al santificarás la fiestas (usan condón y esas cosas) estar bautizado no molesta, se hace lo que conviene a uno, se pone uno la crucecita al cuello y punto. En fin... No se les puede pedir mucho cuando la representación de dios en la tierra invierte en bolsa. La era de los Pseudos, ya sabemos.

El 94% de los españoles están bautizados en una religión que según muchos expertos tiene una estructura sectaria y que ha hecho, no nos engañemos, más mal que bien en la psicología de los españolitos de postguerra. Cuánto tiempo perdido! Cuánto sufrimiento, sí sí, sufrimiento, pensando en el infierno y en la represión de los pecados de la carne que con tanta fruicción practican curas de todo el mundo, cuánta hipocresía!

Eso sí, una persona religiosa, devota y coherente (no me refiero a esas hordas de dipsomaníacos que sacan a vírgenes en Parques Nacionales destrozando todo a su paso) merece todos mis respetos, cualquiera que haya viajado lo habrá podido comprobar, es una cuestión cultural y de fe, pero el católico tipo (la mayoría) es... tan descafeinado...tan falso. Pensemos que se pasan en sus contradicciones, como decíamos al principio, se pasan mucho.

Amando debe ahora contestar a las alegaciones fundamentando bien su escrito, para ello se está valiendo de foros, webs, códigos, resoluciones... incluso ha pensado en ir a la diócesis de la ciudad dónde vivimos y que le pongan por escrito (ji ji) que ahí no es donde hay que hacerlo.

Les seguiré contando de las triquiñuelas de la iglesia para evitar la fuga de almas, perdón de subvenciones. Uncroyable.